YO SOY AQUÉL
Joaquín López-Dóriga, en su emisión de radio, es superior a lo que hace por televisión, pues en la radio es donde se refleja el verdadero periodista que es.
Precisamente en su programa de Radio Fórmula le escuché una entrevista con un heredero del tristemente célebre Maximino Ávila Camacho, infausto personaje de nuestra reciente historia que se destacó por ser arbitrario, déspota, abusivo y demás adjetivos que se le puedan colgar a alguien tan nefasto como lo fue el hermano del entonces presidente de la República , Manuel Ávila Camacho.
El caso es que el invitado al programa de Joaquín llegó a presentar un libro en donde pretendía limpiar la imagen de quien ha sido el familiar de algún funcionario público más ‘pasado de lanza’, pues Maximino fue, por mucho, el más prepotente de todos, valiéndose de la posición que tenía. Lo bueno fue que Joaquín no se tragó el numerito.
Por ejemplo, Benito Juárez es sinónimo de patriotismo cuando en realidad hipotecó el país a los estadounidenses con tal de tomar el poder, le vendió el alma a la masonería y firmó un tratado penoso como el McLane-Ocampo, además de darles permiso para emplear a sus fuerzas armadas en México, crear rutas exclusivamente militares y otras prerrogativas más.
Iturbide hoy es un traidor cuando gracias a él y otros, hoy somos un país. Miramón en sus años era, sin duda, el más fiel patriota y los juaristas lo señalan en la historia como traidor… en fin, que debemos tener cuidado y revisar la historia como realmente fue, no como le conviene a la familia revolucionaria.
Libritos como el que le llevaron a Joaquín López-Dóriga no se deberían ni de presentar en los medios, porque lavar el nombre de quien mató, robó, ultrajó, traicionó y vejó es una acción de traición a las futuras generaciones que merecen conocer la verdad.
¡Felicidades, Joaquín!
Joaquín López-Dóriga, en su emisión de radio, es superior a lo que hace por televisión, pues en la radio es donde se refleja el verdadero periodista que es.
Precisamente en su programa de Radio Fórmula le escuché una entrevista con un heredero del tristemente célebre Maximino Ávila Camacho, infausto personaje de nuestra reciente historia que se destacó por ser arbitrario, déspota, abusivo y demás adjetivos que se le puedan colgar a alguien tan nefasto como lo fue el hermano del entonces presidente de la República , Manuel Ávila Camacho.
El caso es que el invitado al programa de Joaquín llegó a presentar un libro en donde pretendía limpiar la imagen de quien ha sido el familiar de algún funcionario público más ‘pasado de lanza’, pues Maximino fue, por mucho, el más prepotente de todos, valiéndose de la posición que tenía. Lo bueno fue que Joaquín no se tragó el numerito.
Por ejemplo, Benito Juárez es sinónimo de patriotismo cuando en realidad hipotecó el país a los estadounidenses con tal de tomar el poder, le vendió el alma a la masonería y firmó un tratado penoso como el McLane-Ocampo, además de darles permiso para emplear a sus fuerzas armadas en México, crear rutas exclusivamente militares y otras prerrogativas más.
Iturbide hoy es un traidor cuando gracias a él y otros, hoy somos un país. Miramón en sus años era, sin duda, el más fiel patriota y los juaristas lo señalan en la historia como traidor… en fin, que debemos tener cuidado y revisar la historia como realmente fue, no como le conviene a la familia revolucionaria.
Libritos como el que le llevaron a Joaquín López-Dóriga no se deberían ni de presentar en los medios, porque lavar el nombre de quien mató, robó, ultrajó, traicionó y vejó es una acción de traición a las futuras generaciones que merecen conocer la verdad.
¡Felicidades, Joaquín!
FUENTE: RECORD DIARIO DEPORTIVO
LUNES 17 MARZO 2008
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