Resulta triste cuando cualquier persona pierde su fuente de trabajo, lo es más cuando quien lo pierde es un amigo o un familiar, pero lamentablemente la mayoría de las personas alguna vez han o, mejor dicho, hemos perdido nuestros empleos y la verdad sea dicha pocos o casi nadie se ocupa de quien lo sufre, salvo el buen deseo de que pronto adquiera otro. Lo que resulta increíble y hasta lamentable es el escándalo que se ha hecho porque a Carmen Aristegui no le fue renovado el contrato por grupo Radiópolis o Televisa Radio, ha sido un patético desgarrarse las vestiduras de quienes parecen preocuparse de alguien que además de ese contrato ha tenido otros muy jugosos y de alguien que curiosamente tiene al mismo tiempo uno bastante oneroso y vigente con la tendenciosa cadena estadounidense CNN.
Hemos podido presenciar cómo grupos de intelectualoides de dudosísima reputación han puesto el grito en el cielo por la decisión de la empresa de no renovarle el contrato a la comunicadora, como si esto no hubiese ocurrido antes con cientos de obreros, mensajeros, locutores, gerentes, directores y hasta vicepresidentes en esa misma empresa, que como todas, buscan desarrollarse, actualizarse, ser eficientes, y de manera cíclica por ella hemos pasado generaciones y nadie puso el grito en el cielo como cuando le ocurrió a la políticamente correcta Carmen Aristegui, quien por cierto en su momento abandonó a su compañero de fórmula Javier Solórzano y nadie dijo nada, no se hizo el numerito que están haciendo con la Aristegui.
En México, algo sucede cuando los intereses afectan a quienes por alguna extraña razón se vuelcan hacia una manera de pensar, aunque actúen de diferente manera, en México es muy redituable ser sistemáticamente contestatario, grillo, seudoizquierda, montonero y demagogo. Parece ser un buen negocio porque te respaldan otros tantos iguales que ti, te llenas los bolsillos y aparentas ser del pueblo y para el pueblo.
Llamé a Aristegui Políticamente Correcta porque es de ese grupo de periodistas que dicen lo que es conveniente decir, aunque sea inviable, dicen lo que la corriente quisiera escuchar, pero nunca dan soluciones, ya que éstas no les convienen, suelen ir contra lo establecido, porque eso vende y les incomodan las instituciones y lo realmente serio. La llamo seudoizquierdista porque pese a permanentemente pregonar su perorata populista, siempre ha obtenido contratos jugosos como el que actualmente tiene con los anti mexicanos de CNN y jamás la hemos visto compartiendo sus ingresos con alguna causa común.
En fin, lamento que ella como cualquier persona haya perdido su trabajo, pero lo lamento como cuando le ocurre a cualquier otra persona.
esteban.arce@record.com.mx
Fuente: Record Diario Deportivo
Lunes, 11 de Febrero 2008
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