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El Super Bowl

Yo Soy Aquél...

Uno no se explicaría la gran expectación que causa para los televidentes mexicanos la llegada del Super Bowl, un evento que, sin duda, se aleja muchísimo de las características genéticas de nosotros los mexicanos, un espectáculo que genera millones de dólares, pero básicamente en tres países: Canadá, Estados Unidos y México, vecinos colindantes al fin y al cabo.
Pero aún así me sigue costando trabajo entender el por qué mueve a tantos mexicanos de todos los niveles socioeconómicos un partido de futbol americano, en donde el que menos pesa son 90 kilos y el que menos mide 1.80 metros. Un deporte basado en el choque de pequeños ejércitos en donde se van aniquilando, ganando terreno, golpeando, vulnerando hasta acabar en la franja territorial adversa.
En México gusta porque, desde los años 40, se enseñó en algunos colegios y universidades, hasta el grado de convertirse en los 50, en el deporte que disputaba al futbol soccer el gusto y la mayoría popular. Aquellos duelos entre pumas y poli que hasta al cine llegaron con aquellas películas del padre Lambert, Palillo, el Tapa Méndez y demás figuras del deporte caracterizados por Resortes, Joaquín Cordero y otras grandes figuras.
Sin duda, es un deporte que si bien está muy distante de ser el más indicado para practicar por nuestras limitaciones genéticas, hemos llegado a entender y disfrutar como lo que es: un gran espectáculo para la televisión que es seguido desde los 60 con aquellos partidos que comenzó a transmitir Telesistema Mexicano y que formaron legiones de admiradores de Dallas y de Green Bay, transmisiones que mostraron el real nivel de futbol americano profesional y que terminaron con nuestros grandes héroes como Juan Romero, Fernando Lara y otros grandes que abarrotaron estadios como hoy lo hace el soccer en todo el mundo.
Si bien no ha podido establecerse el futbol americano como deporte en todo el mundo porque es difícil de jugar, de entender y de transmitir, y porque existe el futbol soccer, en México tenemos esa enseñanza y lo disfrutamos como si los Broncos de Denver fueran de Reynosa, los Gigantes fueran de Toluca y demás nombres de equipos que son apoyados por mexicanos como si en verdad alguna vez hubiéramos estado en esas ciudades.
El Super Bowl es un gran espectáculo y un gran pretexto para reunirnos un domingo con amigos y familia y que al final del evento todos salen ganando porque se transmiten por expertos mexicanos que lo hacen muy bien y de manera muy agradable.

esteban.arce@record.com.mx
Record Diario Deportivo
Lunes, 28 de Enero 2008


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