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Breve análisis

Yo Soy Aquél...


A manera de luces intermitentes vienen a mi memoria algunas imágenes de las que fui testigo esta misma semana a través de la televisión, imágenes que podrán ser cotidianas, pero que al detenerme un momento en la reflexión me doy cuenta de que se tienen que retomar, aunque sea por un instante, para ser analizadas.
Primero fueron esas patéticas imágenes de seguidores del peje irrumpiendo en la Catedral para vengar la afrenta de tocar las campanas mientras su “santidad” López Obrador y sus huestes oraban ante sus seguidores discursos que pasarán a la historia seguramente como aquel de Martin Luther King cuando comenzó diciendo “…I have a dream”, quizás más sentidos y profundos pero que de ninguna manera podían ser interrumpidos por una campana que apenas lleva trescientos años haciéndolo, ¡qué barbaridad!
¿Cómo se atrevieron a interrumpir a Moisés dictando las tablas de la ley al pueblo Israelí? Al mismo tiempo, los líderes de la Iglesia católica en México tal vez se olvidaron que estarían miles de personas que no necesariamente son perredistas, pero que sí son amantes de la agitación y el borlote y lo olvidaron tal vez, ya que estaban estos líderes en plena introspección metafísica, calculando teológicamente cómo el ser puede llegar a ser tan mundano ante la presencia de tan omnipotente deidad, por lo que se les olvidó tomar precauciones y se les metieron las hordas de Atila.
Otra imagen fue la del juez de baile argentino declarando molesto (y con justa razón) la fealdad de los mexicanos, y digo molesto porque un individuo que tiene escasa cabellera, ojos saltones, grasa en exceso por toda su desproporcionada humanidad y cerebro de pollo, tiene razón en estar molesto ante tanta fealdad de nosotros los mexicanos; es más, nos deberíamos de disculpar ante tan “amorfo matalote de dudosas costumbres”, por ser nosotros los mexicanos tan espantosos, qué pena con este señor, y ahora ¿qué hacemos?
A mi manera de ver, en ambos casos se pueden sacar conclusiones, en el de la invasión a Catedral recordarle a López Obrador que los católicos en este país somos más del 90% del grueso de la población y que ahí se han topado cuanto masón y anárquico se han querido pasar de la raya. A la jerarquía católica en México, recomendarle ver más el plano espiritual y de formación católica que andar ganando posiciones políticas.
A los organizadores del programa de baile se les conmina a integrar sus jurados por señores vertebrados y pensantes, no por “moluscos con lobotomía” y, finalmente, al juez de pacotilla, sólo recordarle que las más bellas personalidades del mundo, en cuanto a belleza física y estética se refiere, tanto masculina como femenina han sido, son y serán producto del mestizaje indígena con europeo, y que si en su país no se mezclan es tal vez porque no se soportan entre ellos. ¡Es todo y gracias!

esteban.arce@record.com.mx
Record Diario Deportivo
Lunes, 27 de Nov. 2007

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